Nos conectamos por Skype de Villahermosa, Chiapas, CDMX y yo en Veracruz en junio de 2017. ¿El motivo? Llegar a un acuerdo para el viaje hacia la reunión de iniciación del Proyecto de Reservas de Agua en Canto de la Selva. Quedamos de vernos el sábado en Villahermosa, yo llego muy temprano, un pequeño descanso y afinar detalles para la presentación, un gusto volver a ver al equipo de caudal ecológico después de un par de años. El domingo un largo viaje, un buen desayuno en Canitzán, un pequeño perfil microtopográfico con un equipo básico que hemos nombrado el “Koolmeter” (que no es más que una manguera de nivel) realizado por las chicas entusiastas de vegetación. Después de esta coordenada, nos informan que nos quedaremos sin señal, cero teléfonos, cero internet. Pienso en mis niñas, una llamada a mi esposo y a ellas, deseándoles lo mejor y que no podré hablarles durante la semana, me despido y a confiar que todo saldrá bien.
Después emprendemos el viaje, algunas paradas para cargar gasolina, unas muestras de agua, llegamos a unas cascadas (Busil-ha), la evidencia en roca de materiales cársticos, pienso en la hidrogeología cárstica en donde los sistemas se vuelven más complejos, seguimos en camino, otra parada en Yaxchilán, observamos la inmensidad del río Usumacinta, en los árboles algunos monos nos miran también. Seguimos en camino, preparamos algunos sándwiches en la marcha, llegamos a un mirador, un descanso, una cerveza, la foto grupal. Finalmente llegamos a Canto de la Selva, al llegar la evidencia de la tala, pero a su vez en la zona del hotel se observa la vida en la selva: grandes árboles que para ver su altura tienes que alzar tu vista al cielo, lianas, muchos bichos, aves, ranas y los pequeños monos que rugen como fieras, mucho calor. El hotel es agradable con todas las comodidades, el agua es obtenida del agua subterránea, la luz utiliza energía solar y quienes lo atienden son trabajadores de la región, como una estrategia apoyada por Natura A.C para la conservación de la Selva Lacandona, que a su vez genere bienestar social. Ya en la noche una rica cena, no faltan los frijoles, queso, tortillas y salsa en cada comida. Me dispongo a descansar en medio de la selva.